Inauguramos «En esencia» de Katerina Alavedra-Duchoslav

El pasado jueves 7 de septiembre inauguramos la primera de las exposiciones de la Temporada 2023-2024 que justamente ahora iniciamos.

Momentos previos a la inauguración, nos visitó Josep M. Vallès, alcalde de Sant Cugat. En la foto, la historiadora y crítica de arte, Imma Pueyo, le comenta técnicamente la exposición, acompañada de la artista y de Ignasi Cabanas, director de la Sala Rusiñol.

Un numeroso público se reunió para descubrir la nueva colección «En esencia» que Katerina Alavedra-Duchoslav presenta en Sant Cugat.

En la imagen, el cónsul de la República Checa en Barcelona, Hble Sr. Jaime Martín Puchol, Ignasi Cabanas y la crítica de arte Imma Pueyo, qui va dedicar aquestes paraules a l’artista i el seu treball:

«A finales de este verano 2023 tan caluroso, la Sala Rusiñol inaugura una nueva temporada artística gracias al esfuerzo y el entusiasmo por el arte de Ignasi Cabanas, de Victoria y de Carme. El calendario de exposiciones lo inicia la pintora Katerina Alavedra-Duchoslav, siendo ésta la sexta vez que exhibe su obra en este espacio.

En el trabajo artístico de Katerina Alavedra-Duchoslav observaremos, a grandes rasgos, dos temas: el paisaje urbano y la naturaleza. El aspecto urbano lo centra en dos territorios: Chequia y Cataluña y no duda en destacar Praga principalmente, Barcelona y Sant Cugat. En esta exposición, los paisajes checos, catalanes y las composiciones con elementos naturales son objeto de su estudio que ha conectado con el título: «En esencia». En esencia, da a entender el conjunto de propiedades de un objeto que le hacen ser lo que es y también puede expresar las distintas condiciones de identidad. En esta línea a Praga se le designa un conjunto de propiedades histórico-artísticas con otras cercanas a nivel emotivo, sentimental que conectan con la infancia y la juventud de la pintora. En Barcelona y Sant Cugat establece un conjunto de propiedades funcionales como ser el espacio de pertenencia, cercano físicamente, es el lugar donde pasea, donde reside.

El amor que Katerina Alavedra-Duchoslav siente por Praga, la ciudad en la que nació, se manifiesta cuando selecciona sus edificios singulares y su patrimonio arquitectónico excepcional que la caracteriza. La artista destaca las construcciones y lugares más representativos, el puente Carlos, la catedral, las plazas del centro, la torre de Malá Strana, los alrededores junto al río Moldava. La ciudad está representada desde arriba como en un vuelo de pájaro migratorio, ahora lo llamaríamos desde un dron, visualizándola ordenada geométricamente, como un conjunto de piezas que se pueden encajar. Katerina ofrece al espectador de la obra una forma de ver la ciudad y desde diferentes puntos de vista.

De Barcelona opta por destacar un enclave emblemático como el Paseo de Gracia. El punto de referencia de la perspectiva para contemplar la ciudad es desde arriba, desde un espacio de ocio interior, frente a un reloj que de forma simbólica representa tanto el paso del tiempo como el de descanso, de calma. El externo y el interno se manifiestan también en los temas en torno a la naturaleza: el paisaje de Sant Cugat y las composiciones con flores o paisajes de interiores. Destacaríamos que la esencia, la seña de identidad es expresar la intimidad, el espacio personal delicado, ordenado con objetos seleccionados. Un tema en el que Katia realiza una síntesis figurativa de sensaciones ordenadas muy libre y representativa de su talante.

El proceso pictórico de Katerina Alavedra-Duchoslav es laborioso: sobre una base realizada con acrílico procede a plasmar el trazo continuo que describe los elementos, compone y estructura el tema. A continuación, la pintora aplica manchas de color con un procedimiento pictórico muy peculiar y personalizado que caracteriza su estilo. La técnica genera una estructura de líneas cruzadas que unidas al hábil control del espacio y la manipulación de los planos de color, acrecientan la visión de orden y equilibrio en el conjunto. En todas las obras se respira una atmósfera nítida donde los efectos volumétricos encajan en un urbanismo de perspectivas y calles envueltas con la luz centroeuropea matizada, distinta a la mediterránea.

La obra acoge las sensaciones que intervienen en la imaginación de la artista, el tiempo simbólico de las emociones, el espacio físico de pertenencia a un sitio, el espacio personal y todos juntos configuran el concepto en esencia. Un bravo por Katerina Alavedra-Duchoslav. Hay que admirar su capacidad de trabajo y éste seguir reflexionando en su trabajo en curso».

A continuación fue la artista quien se dirigió a los asistentes explicando las motivaciones de este nuevo trabajo a la vez que recordó que esta es la sexta exposición individual que presenta en la galería de arte.

Seguidamente la escritora checa Monica Zgustová (a la izquierda de la imagen) dedicó unas emotivas palabras a Katerina e hizo lectura de unos poemas.

Aquí os dejamos otros momentos de la inauguración:

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