Exposición Baqués en la prensa

Es la primera exposición de homenaje al pintor después de su muerte ya que todavía participó en los participativos del anterior, en Girona.

Mariano Martínez, de el Cugatenc, ha dedicado este artículo sobre la exposición:

«Ya se ha abierto en la Sala Rusiñol la exposición homenaje a Josep Baqués, cuando se ha cumplido poco más de un año de su muerte, en enero de 2021. Es el primer homenaje, porque la exposición anterior fue hizo en Girona, en abril de 2021, pero la preparación de la misma, que duró 2 años, contó con su colaboración. Esta exposición celebra el 36 aniversario de la Sala Rusiñol.

Josep Baqués, recomendado por el crítico de arte Francesc Galí, expuso en varias ocasiones en esta Sala; en 1999, 2009 y 2015; y fue una de las figuras consagradas con las que cuenta la galería de arte.

Al acto asistió su hija, Lídia Baqués. En representación de la familia dijo unas palabras en recuerdo del padre desaparecido en los tiempos oscuros de la pandemia, que impidió el despido que los suyos deseaban. Destacó la gran capacidad de trabajo de su padre, que pintó casi hasta el final de su vida, y la trayectoria de diseñador gráfico primero y como pintor después. Mencionó también su estilo, deformación de la realidad, pero sin perder el referente, la gran imaginación para transformar la realidad y el dominio del dibujo.

En la Sala se expone una selección de la obra de Baqués correspondiente a los últimos 15 años y es una buena muestra de la obra de madurez, la obra que le consagró internacionalmente y lo convirtió en una figura destacada de su obra generación. Lo primero que sorprende cuando se contempla la pintura de Baqués es la luminosidad, cómo atrapa la luz y el aire renacentista de sus cuadros; las composiciones, la estilización de las figuras y la atmósfera que impregna la obra remiten al Renacimiento italiano. La atracción por Italia fue grande y una figura referente en su carrera fue Giuseppe Archiboldo, pintor italiano del siglo XVI. En sus bodegones, composiciones muy cuidadas y compensadas, se superponen los elementos y, en ocasiones, aparece la figura humana, la figura del caballo, pieza muy presente en sus composiciones y también aparece la mitología. Francisco Galí decía que el caballo era una especie de autorretrato. Y la arquitectura como telón de fondo.

Armonía de colores y formas, además de la citada estilización de las figuras, rasgos de ironía junto a un sutil surrealismo también están presentes en la pintura de Baqués. Una pintura donde confluyen la fábula surrealista y el mundo de los sueños, una obra con rasgos oníricos.

Josep Baqués se inició en el mundo del diseño gráfico, campo en el que se labró una sólida carrera, con proyección internacional, con estudio propio desde la década de los 50 y trabajando por la publicidad de grandes corporaciones. Y a principios de los 80 dejó el taller en manos de su hijo y se dedicó en exclusiva al mundo de la pintura.

La exposición cierra la temporada y permanecerá abierta hasta el 14 de junio».

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