25 AÑOS de la Sala Rusiñol: Vuelve Calsina… (18 mayo 2011)

Una imagen para la historia: hace 25 años. Era el 13 de mayo de 1986, nacimiento de la Sala Rusiñol. Aquella ocasión reunió pintores de renombre: Calsina, Miquel Cabanas, Amat, Camps Ribera, Commeleran y Benavent. Desde entonces hasta la fecha, la Sala Rusiñol ha promovido alrededor de unas 400 exposiciones… Nuestro agradecimiento a todos —pintores, profesionales, amigos— que con su participación han contribuido a hacer la Sala Rusiñol.

Otra imagen para la historia: 13 de mayo del 2011. Son los 25 AÑOS de nuestra Sala Rusiñol. En representación de todos, Vuelve Calsina… Estuvo presente con su excepcional pintura, con el espíritu que rezuma la misma obra, y con su familia. En la foto vemos los Calsina y la «familia» de la Sala Rusiñol.

Ignasi Cabanas, emocionado como nunca: «Han pasado 25 años. Entonces yo era un joven principiante; ahora continúo igual. Pero presento la exposición con la misma ilusión del primer día». El 13 de mayo no es una fecha cualquiera: entre otras confluencias, en un día como este, su padre —Miquel Cabanas— falleció. «Sin su apoyo no hubiésemos podido poner en marcha esta Sala». Ignasi dispensó la bienvenida a todos, en particular a los Calsina y al Sr. Daniel Giralt-Miracle.

Daniel Giralt-Miracle —testigo excepcional de aquel lejano 13 de mayo— pidió un aplauso para la familia Cabanas y la Sala Rusiñol. «Que una galería llegue a los 25 años es realmente heroico en estos tiempos. La sociedad ha cambiado, también los medios de comunicación, han aparecido las ferias…: esta tenacidad en mantener estos focos de la cultura tiene mucho mérito». Pioneros en el campo de las galerías en esta ciudad, «la Sala Rusiñol ha sido el inicio del Sant Cugat moderno».

Según Giralt-Miracle, las galerías de arte juegan un rol imprescindible en esta cadena de transmisión de la obra artística que ha de llegar a la sociedad. Aquel legendario 13 de mayo, la Sala Rusiñol tuvo una importante iniciativa y acierto: recuperar una generación de pintores —maestros de la figuración— que había quedado marginada por el alud de informalismo y de abstracción. Giralt-Miracle tuvo una particular y elogiosa mención hacia Ramon Calsina: hombre insólito y de enigmática personalidad, destaca por su técnica depurada, pero donde sobresale especialmente es en su mágica y fabulosa imaginación.

El discurso de Josep Mª Cadena siguió un itinerario inverso: desde Calsina hacia la Sala Rusiñol. «Ramón fue un maestro en penetrar las cosas, mediante una captación llena de imaginación, sentido irónico y realismo. La suya ha sido una de las pinturas que ha recibido más críticas, feroces e injustas, especialmente con la llegada del año ’39, fecha en la que él no renunció a su visión del mundo». Cadena se congratuló porque en la Sala Rusiñol no se trabaja sólo con sentido comercial, sino que ahí se expone pintura como una manifestación de vida: «El arte en Cataluña, nuestro arte, saldrá adelante porque hoy está presidido por Ramon Calsina i Baró».

La Sala Rusiñol obsequió a Rosa —viuda de Ramon— con un ramo de flores. Después, el hijo mayor, Ramon —presidente de la Fundación Ramon Calsina— explicó que, habiendo fallecido el padre, la familia decidió preservar su memoria integrando la obra artística en el patrimonio de la citada fundación, es decir, retirando los cuadros del circuito comercial. La familia recibió con emoción la propuesta de la Sala Rusiñol de realizar esta exposición sin venta comercial, ya que el honor de exponer con Calsina era compensación mas que suficiente.

Los pintores. Si bien los veremos reunidos el próximo 17 de junio, algunos pintores se hicieron presentes en esta primera de nuestras celebraciones de los 25 años. Los pintores dan vida y sentido a las galerías; las galerías —como «forjas de cultura»— ponen más al alcance de los ciudadanos el trabajo de los pintores. La Sala Rusiñol agradece la confianza que nos han dispensado los artistas exponiendo con nosotros durante este cuarto de siglo.

La Sala Rusiñol no sería lo que es sin la magna figura de Francesc Galí. Reproducimos la traducción del soneto que le dedicamos al día siguiente de su fallecimiento: «Hasta mañana, hasta siempre, Galí maestro»: Maestro: despedirnos con poesía / poca cosa es, sea «tanca», sea soneto. / Por esto, ofrecemos el «Don más completo», / para vos, que sois caballero de la Eucaristía. // Dios dispone todo con finura: / sacramentos y amigos acompañan vuestra partida; / bienvenida ahora os hace María, la mujer mejor salida, / feliz estaréis ante tanta hermosura. // Galí, haced broma con los ángeles de María: / buenos e inteligentes como nadie puede lograr, / no les venceréis en ironía. // En la Sala Rusiñol nos quedamos con mucho pesar. / Francesc: rezad por nuestra armonía, / y que mañana gocemos todos en el cielo sin parar.