Inauguración Ramón Vilanova (4 maig 2018)

La Sala Rusiñol, gestionada por la familia Cabanas —Ignasi y Victòria— y con el buen hacer de Carme, llega a su 32 aniversario. En esta ocasión nos han acompañado los amigos entusiastas de siempre —un buen grupo—, un pintor excepcional —Ramon Vilanova— y la Regidora de Cultura de nuestro Ayuntamiento, Carmela Fortuny, quien ha puesto de relieve el servicio que la Sala —con su constante actividad— presta a la ciudad de Sant Cugat del Vallès..

 

 

 

 

El Sr. Josep Mª Cadena ha sido el primero en celebrar esta efeméride: «Ramon Vilanova regresa cuando la Sala cumple su 32 aniversario de vida. Una cifra merecedora de celebrarse porque da fe del compromiso constante en el tiempo de Victòria e Ignasi Cabanas en la divulgación artística, motor de perfeccionamiento personal y social. La Sala Rusiñol y Ramon Vilanova transitan desde hace tiempo por el camino de la excelencia; ¡festejémoslo y disfrutémoslo!» (Texto de la reseña). 

 

 

 

 

A Josep Mª Cadena se le veía más que satisfecho presentando al artista. De él ha destacado, de entrada, su importante proyección internacional, sobre todo en los Estados Unidos (a pesar de que «Ramon triunfa allí donde exhibe sus obras»). En cuanto a la obra: Ramon capta la esencia de la naturaleza que se mueve, puesto que el campo, las flores, los bosques… no son estáticos, sino que luchan por la supervivencia moviéndose armónicamente empujados por las circunstancias.

Y la conclusión antropológica (¡tal como Cadena nos tiene acostumbrados!): «Él pinta la libertad de la naturaleza, la libertad de la vida para irse manifestando de la mejor manera posible, como los árboles que nacen y crecen libres para subir hacia el cielo de las libertades. ¡Muchas gracias!».

 

 

Esta inauguración fue más que una inauguración: a la vez que celebración, también fue un homenaje al poeta y pintor Miquel Cabanas Alibau. Ramon Vilanova nos sorprendió con su testimonio de cómo él conoció personalmente por Miquel. A este homenaje se añadieron Marisol E. y Jordi F. declamando unos versos preciosos del «poeta de las cosas pequeñas e ínfimas»…

 


 

 

 

Las palabras finales son de la Regidora de Cultura. Carmela manifestó un triple agradecimiento. A la familia Cabanas y a la Sala Rusiñol porque «no es fácil hacer esto durante tantos años». En segundo lugar, a Josep Mª Cadena por su veterana tarea de crítica de arte con que ilustra nuestras inauguraciones. Y, finalmente, gratitud hacia el pintor: nosotros estamos frecuentemente asomados a la pequeña pantalla, pero hoy en la Sala Rusiñol —gracias a estos cuadros— podemos disfrutar de la naturaleza desde “la pantalla grande”. «¡Muchas gracias, Ramon!». 

 

 

 

MÁS FOTOS DE LA INAUGURACIÓN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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