Inauguración Curell (7 marzo 2019)
«Creadora de atmósferas mediterráneas de gran sutileza cromática e infinita serenidad»: ésta es Dolors Curell. Así es como la ha descrito felizmente el Sr. Josep Mª Cadena. Es la tercera vez que esta pintora llega a la Sala Rusiñol. Conocíamos su estilo, su temática…; ahora vemos su creatividad al comprobar que es ella misma —es una pintura inconfundible— pero también con una propuesta renovada.
La Sala Rusiñol estaba repleta, y es que Dolors ha venido acompañada de muchos amigos y admiradores. Agradece que la hayan acompañado en esta inauguración. Ella nos dirige algunas palabras brevemente: «He dado clases y se me hace difícil analizarme a mí misma».
Dolors nos confía que esta exposición es el resultado del trabajo de dos años. El título —“Luces de verano”— ha sido pensado a posteriori porque todos los cuadros responden a un mismo hilo conductor: se trata de paisajes vividos en verano. No responden a ningún lugar en concreto y son el reflejo de una impresión, de un impacto: ahí vemos más sensaciones que descripción…
Josep Mª Cadena describe la colección de Dolors Curell como una “sinfonía de figuración y abstracción”. Figuración porque ahí vemos figuras, como son las barcas que están esperando, las boyas, las sombrillas de las playas; abstracción porque captamos la grandeza del mar. En esta pintura se combinan el sentimiento de inmensidad —el horizonte del mar que nunca llegamos a alcanzar— y la conciencia de nuestra pequeñez (reflejada en las barcas y otros elementos representados como “desde arriba”).
«Al saber el nombre de la artista que ahora expone en la galería “santcugatenca”, al instante he recordado la luz especial de sus paisajes marítimos, casi siempre visualizados desde panorámicas aéreas, emotivamente observados, mirando hacia la playa desde la azul inmensidad de las aguas» (De la reseña escrita de Josep Mª Cadena).
