Inauguración Aguilar Moré (14 noviembre 2014)
Ramon Aguilar Moré se estrenó en la Sala Rusiñol hace casi un cuarto de siglo. Eran los inicios de la Sala. Desde entonces ha expuesto con nosotros un montón de veces, siempre con éxito. Este año, la Sala ha querido invitarle de nuevo para una celebración muy especial: ¡sus 90 años! Por este motivo, la muestra que inauguramos es antológica: hace un recorrido de la pintura de este artista desde sus inicios hasta las últimas obras que ha pintado.
Ignasi Cabanas da la bienvenida al pintor Aguilar Moré: «Aquí está en su casa». A la vez, el director de la Sala Rusiñol desvela el sentido íntimo de esta nueva exposición: celebrar los 90 años de Ramon con una muestra antológica de su pintura: «¡Le hemos descolgado cuadros de su casa! Pero no os preocupéis, porque para Navidad le volveremos a vestir la casa. Ahora hemos de aprovechar esta ocasión única, casi irrepetible». En esta muestra tan amplia podemos admirar la trayectoria de la vida artística del pintor hasta alcanzar su inconfundible estilo.
Josep Mª Cadena: «Ramon, sin que él lo supiera, en aquellos años 57-58 me enseñó que la libertad existía: la externa no existía cuando le conocí. Las circunstancias del país eran muy difíciles…, pero había personas que bajo la capa del arte nos brindaban algunas pistas y algunas afirmaciones».
«Cuando todavía no conocía personalmente a Ramon, yo miraba un periódico de entonces —que quizá a ustedes les sonará— llamado “El Correo Catalán”. Normalmente los domingos publicaban en la primera página una ilustración de un tal Aguilar Moré. Me llamaba la atención. Yo notaba que aquellas cosas tenían un sentido de pueble que en otros lugares no encontraba. La firma me llevó a mirar cuadros de él, donde también estaba presente este aire de libertad. Recuerdo, por ejemplo, que hacía bailarinas —del ballet del Liceo—. Aquellas bailarinas representaban un grupo de personas que llevaban este sentido de libertad».
Ramon es hombre de pocas palabras: «Estoy muy contento. Eso de hablar es complicado. Ya está para eso el Sr. Cadena». En el cierre de la inauguración hubo un detalle muy emotivo: la Sala Rusiñol obsequió a Ramon (¡i a todos!) un enorme pastel massini. Al lado de la vela que representa los 90 años, aparece en chocolate la reproducción fiel de uno de los cuadros más genuinos del pintor: “Retrato de Dolly” (año 1967).
